miércoles, 24 de septiembre de 2014

Capítulo 21


CAPÍTULO 21

Mamá pone la inyección. Fin de la temporada.

 

Sí, sí, no me miréis así. Esto va por temporadas, como las series de la tele si funcionan. Y tengo la enorme satisfacción de decir que gracias a vosotros, Chiqui Sweet ha logrado 9845 lecturas, y si sumamos este capítulo llegaremos a los 10000. Pensábamos que esta cifra no se alcanzaría hasta pasados unos meses, pero la sorpresa ha sido mayúscula y siempre siempre, os estaré enormemente agradecida.

Son numerosos los comentarios que me animan a seguir escribiendo. Desde México he hecho dos amigas diabéticas ;) e incluso por ahí se vislumbra la posibilidad de un libro, pero todo se verá. A seguir defendiendo que se puede vivir con Diabetes, que el objetivo es conocerla cada día mejor, y el de demostrar a nuestros pequeños que estaremos con ellos hoy y siempre.

Carlota miraba para otro lado, no quería ver “sufrir” a su mamá, lo intuí por el brillo extraño en sus ojos.  Tenía la típica carilla que ponen los niños cuando se entristecen por algo. Pero sin embargo susurraba que lo iba a hacer bien. Dar antibiótico a tu hija durante una semana  es un poco coñacillo, y si se nos olvidaba una dosis, como mucho esperabas a la siguiente un pelín cabreada.  Tomar una pastilla al día para algo en concreto es un poco fastidioso, cuántas veces hemos oído a nuestro alrededor ¡tengo que tomar 2,3,4,5,6, pastillas al día! En ocasiones lo oyes como algo meritorio en lugar de ser una auténtica putada…… pero, poner una inyección sabiendo que esa operación la tienes que repetir cinco veces al día, durante toda una vida, sencillamente es de locos…. Ese pensamiento tenía que desaparecer por obligación de mi mente. Aunque hoy, después de casi 10 meses de su debut, hace que se me llenen los ojos de lágrimas constantemente.

La  jeringa se encontraba  en la bandeja plateada, me miraba, apuntaba hacia mí, pero un momento, ¡¡NO!! No podía achantarme con esto, tenía que mostrar seguridad, y así lo hice.

_Carlota, ven para acá. ¿Dónde te toca? _

_Mamá, ¿esto es el desayuno?

_Si_

_A ver, a ver….desayuno, almuerzo, merienda, cena_ una vez más nos hizo el baile carlotero que deja atrás a todos los artistas del mundo_ Mamá, toca aquí_ Dijo señalando su bracito derecho.

 

Poner aguja, aprendizaje número uno. Fácil, si no te tiembla hasta la campanilla, agujas de 5 milímetros. Son pequeñas, pero puñeteras, como yo. Dos, marcar una unidad para purgarla, nos comentaron que alguna vez algunas partidas vienen defectuosas por lo que la insulina no sale. Así que a purgar. Una vez comprobamos que la insulina sale por la aguja, instintivamente la huelo sobre mi mano. Marcamos la cantidad de insulina que debemos ponerle. En el desayuno era una unidad. Marcado el uno.

Miro el brazo, miro la aguja, miro el brazo, miro la aguja… y no salgo de ahí hasta que…

_Mamá, ¿ya?_ ¡tengo hambre!, y no puedo comer hasta que me la pongas

_Voy cariño, es que estoy un poco nerviosa.

_Tranquila mamá, yo no miro si quieres.

Por unos segundos creí desmayarme, otra vez esa horrible pesadilla, otra vez ¡esto no puede estar pasando!, esto es injusto, es tan pequeñita…. Diabetes maldita, eterna compañera. ¡Pero no! Inspiré hondo, agarré su trocito de piel en un pellizco y lo hice. Introduje la aguja lo más suave que permitían mis manos de plastilina y apreté la ruedecilla para asegurar que entraba la insulina, conté hasta diez y la saqué en dos pasos. Listo.

_Mamá, ¿qué tal?_ ella me lo preguntaba a mí, es increíble

_No se….¿bien?_ ¿Notaría mi voz rota?

_A mi casi no me ha dolido. Te pongo un muy bien.

 

Aún me arrepiento de no haberla abrazado en ese momento, pero sonreí y hablé sobre algo sin sentido mientras me dirigía al cuarto de baño. Bea se quedó con ella. Y lloré por lo menos hasta que entraba Manolo con la autorización de traslado al Materno. Pero ese, es otro cantar.

 

Continuará…………………… Enero 2015. Chiqui Sweet llega a casa.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Capítulo 20


CAPÍTULO 20

LA SUEGRA

 

Resulta curioso, nunca el ser humano llegará a averiguar hasta donde puede aprender. Y es una lástima, estoy convencida de que todo iría mucho mejor, si aprendiéramos a superarnos, a luchar y a no rendirnos, pocos corruptos nos gobernarían, simplemente porque sabríamos más que ellos, y nunca se deja a un tonto al frente del pelotón, sino detrás, en la última fila….bueno, que me pierdo, y hoy no tengo las neuronas muy activas. Pero como cada Jueves, aquí estamos. Aunque va quedando poco para el final de la primera temporada Chiqui  Sweet, que vaticino, coincidirá con la llegada a los 10000 lectores….. Siempre siempre, gracias.

Carlota recibía obedientemente instrucciones de enfermeras referente a la comida que debía tomar, de hecho, hasta ahora era su único cometido como niña autónoma.  Lo demás, lo hacíamos nosotros, Alfredo y yo.

Supe que mi marido era ducho en la materia, parecía que había medido el azúcar toda la vida a la peque. A ver,  un momento, Alfredo, toda la vida, ojo, su madre,   ¡¡¡mi suegra!!!

Isabel , la madre de Alfredo, tiene diabetes, lo sé por la de sustos que nos hemos llevado, si no, casi que no me hubiera dado cuenta,  ya que  siempre lo he vivido en un segundo o tercer plano. Entre la distancia, su carácter  y que no hemos tenido residencia junto a ella, me había despistado.  Es más, vino a mi mente todo de golpe, como en las pelis…..pfffffff plaf, imágenes sucesivas una tras otra. Escenas como cuando llamamos al 112 porque está semiinconsciente, o cuando la bronqueamos porque se corrió una juerga importante y olvidó poner su insulina. O los problemillas de circulación, los despistes de alimentación, la delgadez…. Pero…. Ella es única, diferente, y por eso la queremos tanto.

Ella es única, lo reitero, no conozco a un personaje igual. Inocente como bambi, pero lanza flechas a lo Robin Hood. Ingenua como la bella y marchosa como la sirenita… alobá* como el compañero del capitán Garfio  (ays, ¿desde cuando solo puedo hacer comparaciones con personajes de cuentos? Manual de ser madre, apuntaré esto. ) y sin embargo odia el mundo Disney y todas las parafernalias que a los demás nos suelen gustar, más o menos. Va contracorriente, y eso es guay, aunque en ocasiones desespera.

En la final del mundial de España ella estuvo leyendo un libro de literatura clásica, o cuando todos alguna vez en nuestras vidas visitamos el Corte Inglés buscando algo que no encontramos en otro sitio, ella bota de alegría cuando no encuentra en esos almacenes lo que busca. No le gusta ir allí, le enloquece. Siempre nos dice: “No todo se encuentra en los almacenes esos odiosos ( Tampoco creo que haya cambiado de idea después de la repentina muerte del creador, pero tomándose una cervecilla mientras lo medita, quizás……. ) O como  los Reyes Magos, simplemente se olvida. Puedes escucharla hablar de poetas españoles y de filósofos griegos o aquellos que no lo son, y no sabe quien es Mila Ximénez, Shakira o Malú…………. Su palabra estrella: ESTUPENDO

.Visita una casa en ruinas: Ohhh… estupendo!

.Come unos pimientos rellenos de hace cuatro días: Ohhh…estupendo!

.Conoce a una capulla que a todos nos cae mal: Ohhh….estupendo!

.Acude a un país sin agua potable: Ohhhh….estupendo!

Por eso todos la quieren, por eso tanto te quiero.

Eso sí, querida suegra, si antes la diabetes era cosa tuya, porque tú así lo elegiste, ahora por fortuna o por desgracia no lo es. Y  sabemos todo lo que haces bien, y todo lo que se puede mejorar. De ti depende, eres adulta. Y queremos que lo sigas siendo muchos años más.-

Alfredo, papá, ¿Quién devuelve las cabras a quién? 

 
*Alobá: Más despistada que una concha fina (por cierto también malagueña) en una pastelería.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Capítulo 19


CAPÍTULO 19

COMPLETAMENTE INSTALADAS

 

Muchos de vosotros en los comentarios tan entrañables que escribís hacéis preguntas de ¿cómo acaba? ¿tiene final feliz? ¿Carlota protesta ahora?...etc…etc…

Con estas cuestiones me he dado cuenta de que voy demasiado lenta en los capítulos, ¿es así? ¿O son suposiciones mías? …. A ver, recapitulemos, acabamos en el capítulo 18 con mi primera y majestuosa ;) intervención frente al pinchacito en el dedo, es decir, 18 capitulazos y no han pasado ni 24 horas desde que Carlota ingresó con el inesperado diagnóstico. Conclusión, sí, mi culpa, tenéis razón, lo admito, voy lenta, así que……………………

Carlota se casó con un chico estupendo en el 2027, comieron mucho chocolate y vivieron felices para siempre……jejejeje….que no…. continuemos, pero a pasos más agigantados.

Habían pasado varios días con nuestros más y menos en el hospital, el médico que se turnaba con Manolo se llamaba Iván, y nada que ver con el buenorro del doctorcito, Iván era, Iván era…pues eso… es…. a ver…. Simpático, muy muy simpático ;) Quiero un hueco en el cielo eh? A ver si por este ataque de sinceridad me van a castigar.

Todos en el centro estaban sorprendidos. Ni un llanto, ni una lamentación, nada. Sólo sonrisas y más sonrisas. Los familiares habían traído a Lolo el Quiosquero en persona para descargar paquetes de cromos de Peppa Pig, el pobre tenía un interés horrible en conocer a la niña que le hacía aumentar las ventas considerablemente. Debía ser especial, y como nos dijo después, lo era.

_Hola Carlota, no me conoces, pero soy el que te trae las estampas de Peppa al Quiosco.

_¿Siiiiiiiiiii? ¿De verdad?

La niña, que no se corta un pelo, (no sé a quién habrá salido), se levantó de la cama y le abrazó. Chapó. Quiosquero ganado para los restos. Incluso alguna mañana que otra entraba con sus cromos ya abiertos entregándole los no repetidos. En nuestra estancia hospitalaria conseguimos completar dos álbumes, ni más ni menos, y nos sobraron “una pila”* de repetidos, como bien auguró nuestro amigo.

Las mañanas transcurrían con idas y venidas de médicos, enfermeras, familiares y amigos. Visitas que se agradecían un montón, pero siento decir que no las disfrutábamos como quisiéramos. Te sentías con la obligación de explicar y de hablar sobre algo que al fin y al cabo era también nuevo para nosotros. Oíamos de todo. Pero la inmensa mayoría eran palabras de aliento que aunque en esos momentos servían de poco, a largo plazo se han notado mucho, se han agradecido y valorado.

Carlota ya sabía el número de inyecciones al día, cinco en total. Una en cada brazo, lo mismo en cada pierna y otra en el culete. Para ello, aprendió un baile bastante divertido, lo cual nos mostró una vez más que es una niña fuerte y valiente. A movimiento de rap tararea:

_ Mamá, papá, mirad para que no se me olvide, ¡desayuno, almuerzo, merienda y cena! ¡desayuno, almuerzo, merienda y cena! _ nos bailaba señalando las partes de su cuerpecito.

_¡Muy bien!_ decíamos nosotros con nudos en la garganta.

_Y después de la inyección se come. Me ha dicho Bea que no puedo esperar nada, que lo que haya en el plato tiene que acabarse. Y que cuando me pincha no me puedo levantar a jugar, porque se me baja el azúcar. ¿Ves mamá? Unas suuuube, otras baaaaaaaaaja…como el Tokaido* del “Tívoli”*, aunque ese está roto, mejor es la nube de niños ¿verdad papá? Y no me subí en el de terror porque me da miedo, pero a la hermana Tana no le daba…………….

Me sentí morir, ese día, el cuarto o el quinto desde que estábamos allí me sentí morir. Es absurdo negarlo. Fue así. Lloré amargamente en el baño, cuando Carlota dormía y se habían ido las visitas de las que os hablaba antes. Quizás, no, quizás no, seguro, cuando pasen los años, ella nunca recordará que fue una niña sana. Siempre insulina antes de comer, siempre medirse, enferma crónica. No recordará su vida sin diabetes. Ese pensamiento me tuvo unos días trastornada, Carlota, enferma crónica, mi pequeña niña.  Ese día, el cual cuando recuerdo se me vuelve a erizar la piel, no fue el mejor de todos.

Pero…………llegaron otros, y con ellos, mi primera inyección.
 


*Una pila: Un montón
*Tívoli: Parque atracciones de Málaga inaugurado hace "una pila" de años.
*Tokaido: Atracción del Tívoli que si la pillas arreglada estás de suerte ;)
 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 18


CAPÍTULO 18

¿ESTE  MÓVIL DE QUIÉN ES?

 

Carlota y yo estábamos entretenidísimas jugando a las cartas, uno de esos juegos que ella inventa para ganar, pues en la mayoría de los casos no me entero de nada.

Alfredo ya había ido a recoger a sus hermanas, y se quedaba en casa con ellas. Necesitaban que estuviéramos alguno de los dos. Supongo que no lo estaban pasando nada bien.

Manolo pensó que sería buena idea que nos pasaran a una habitación, la UCI era demasiado, todo estaba controlado y los niveles de azúcar se encontraban desde las 17:00 h en valores normales. Todo un lujo.

A las 18:30 ya estábamos super instaladas en nuestra nueva Suite ;)

_Alaaaaaaaa………. mamá, tengo tele y todo, y ese sofá es tu cama_ Qué guay no?

_Mira niña, yo te voy comer entera, entera entera…_

_Claro mami, como ahora soy un terrón_jejejeje

En ese momento llamaron a la puerta. Apareció una señora como alma que se la lleva el diablo. Delgadíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima, pero no como la pivonazo de Susanita tiene un ratón, delgada como un tallarín (que  se mueve por aquí, que se mueve por allá) con un móvil en la mano. El mío.-

_A ver señora, ¿es este su móvil?. Nos hemos pasado parte de la noche escuchando cada cinco segundos el himno del Málaga en Urgencias, no ha parado y como está protegido no ha habido manera de apagarlo. Ha estado así hasta terminar la batería. Y encima soy del Sevilla!!!

_Pues mire usted, sí, es mío, y me alegro de que suene el mejor himno del mundo en el hospital_

 

_Pues muy bien. Lo llego a saber y no se lo traigo, mira que….. encima de chula…

Ays madre, ¿me estaba pasando? Necesitaba gritarle a alguien, enfadarme, soltar un poquito de estrés, y  qué mejor forma que con una andaluza de Sevilla. A pesar de que la pobre me había buscado para devolverme el móvil. De todos es sabido la rivalidad (absurda) entre Sevilla y Málaga, pero a mí, como a mis amigos “mi armas” les va el rollo. Aunque la canija, en cuestión, no era mi amiga, y podía no entenderme, así que decidí suavizar el asunto.

_Muchísimas gracias por traérmelo. Siento muchísimo que le haya molestado el sonido.

_Así está mejor. Venga. Ahí os quedáis_ y se dio la vuelta.

_Viva Málaga_ dije para que pudiera oírme…

Portazo al canto. ¡Qué me gusta……! Jjajaja. Alfredo es de Sevilla, os podéis imaginar. Le quiero tanto...los polos opuestos es lo que tienen...

Carlota y yo volvimos a lo nuestro, se acercaba la cena, y esta vez, sería yo la que le mediría el azúcar, llevaba dándole vueltas toda la tarde, y sí, estaba dispuesta.
A la media hora llegó la nueva enfermera, es extraño, la conocíamos de casi nada, pero eché de menos a Bea. Se acercó, agarró el pinchador y tal cual me lancé sobre él. Me temblaba todo, quise disimular....pero sostuve su dedito...froté y froté, acumule la sangre y le pinché. Vi salir esa gotita azucarada y le sonreí con el amor más grande que pude entregar en ese instante.

Va por ti, cariño mío.

Anda, se puede vivir sin móvil, ni me acordaba….mi arma….

 

 

miércoles, 27 de agosto de 2014

CAPÍTULO 17


Capítulo 17

Siete

 
Dejé a mi hermano Emilio mucho más tranquilo después de comerse un par de molletes antequeranos y de mantener una charlita de unos treinta minutos sobre lo bien que estaba Carlota. Además tratamos temas varios de vital importancia, como la desaparición del jeque del Málaga, la dieta que nunca cumplimos, la buenaza de mi cuñada, el nacimiento de Chabelito…. Me devolvió un poco de paz.

Subimos a la UCI de nuevo y se encontró a Manolo

_Anda, anda, te has pasado, tan bueno no está, yo estoy mejor_ Aseguró mi hermano con un codazo.

_Si hombre, y yo soy Beyoncé desteñida_ jajajja_ le adoro, me estaba riendo.

Carlota ya no volvió a asomarse, y Manolo me dijo que iban a controlar la media mañana. Le dije a Emilio que se esperara, que saldría Alfredo en un minuto y le acompañaría a por otro par de molletes con aceite. La idea le gustó, fijo.

Entré muy sonriente y Bea sacó el pinchador que sería uno de nuestros permanentes compañeros de viaje. Nos explicó “por encima” como se usaba y como Carlota debía presionar su dedito de arriba/abajo para acumular la sangre en la yema. No debemos pinchar justo en el centro de la misma, más bien en los laterales, duele menos y no pierden tanta sensibilidad. Tengamos en cuenta que al día debe hacerse siete controles mínimo, pero si le añadimos alguna Hiper/hipoglucemia, estos se multiplican.

La gotita de sangre salió de su dedito tan mono, tan rojita….ups.... y ella miraba como alucinada, sin decir ni J, no me atreví a preguntar si le dolía, ni a acariciarle el dedito como si quisiera hacer desaparecer el pinchacillo, disimulé y me sonrojé cuando Bea me decía que le acercara el aparatejo… tuvo que gritarlo, estaba en mi mundo.

_A ver, mujer, acerca el medidor.

En él ya se encontraba introducida la tira donde se pone la gotita, y estaba esperándola desesperadamente, si tardas mucho se apaga. Carlota acerca su precioso dedo y apunta con la gota a una línea gricesita. La muy puñetera absorbe la sangre como diciendo: Es míiiiiiiiiiiiiiiiiiia….Fiuuuuuuuu…para dentro. En ese momento los segundos empiezan a contar, pero hacia atrás. 5,4,3,2,1………………. ¿¿¿???, estos interrogantes que véis, se convierten en incertidumbre siete veces al día.  Cada uno de esos segundos se prepara para decirnos el azúcar en sangre de la chiqui sweet.

Los valores deseados para una niña de 5 años son entre 70 y 150. Ays, no me quiero ni acordar cuando llegó a 640 el primer día. Bueno, esa media mañana tenía 325, estábamos bajando…………. Pero había que seguir poniendo insulina extra. Y sus cuerpos cetónicos estaban en 0,8 muy bajitos, o sea, bien.

Todo esto me gusta contarlo porque entre otros, el objetivo de este blog, al que por cierto ya han accedido 8342 personas, (muchas muchas gracias), es conocer POCO A POCO el mundo de la diabetes, y el cómo las familias afrontamos esta enfermedad crónica con la esperanza de despertarnos una mañana leyendo noticias que nos acerquen a un único sueño, todos sabemos cual, mientras tanto, seguiremos haciendo  lo posible para que estos pequeños continúen sorprendiéndonos con su amor, fuerza y valentía.

Chiquis Sweets, VA POR VOSOTROS.
 
 

miércoles, 20 de agosto de 2014

CAPÍTULO 16


CAPITULO 16

El TÍO EMILIO

 

Carlota tenía las piernas enterradas en la pesadilla de la cerdita, y como nos advirtió el Quiosquero Lolo, salían “un puñado  repetias”.

_Mamá, mamá….oooooooooooooootra que ya me ha salido_jeje.

Comencé a pensar en los Hidratos y en las raciones como nos comentaron. Y me sorprendió la capacidad con la que mi cerebro no dejaba entrar información nueva. No quería aprender, esa es la conclusión a la que llegué. No quería saber nada. Ya me había pasado anteriormente. Aún no habían transcurrido ni 24 horas de su diagnóstico. No quería, o no podía. Pero mis neuronas sólo pensaban en dar amor a mi chiqui sweet.

Alfredo se dio cuenta. Y aunque lo niegue un millón de veces sé que habló con Manolo. Y ambos llegaron a un acuerdo. Necesitaba mi tiempo. Se dedicarían a estabilizar a Carlota puesto que su sangre aun no se había limpiado de la palabra maldita (azúcar) y a ponerle la insulina correspondiente, yo aún no estaba preparada. La fuerza vendría unos días después. Me estaba centrando en la felicidad de la pequeña, y nada más.

Manolo, por ese día nos dejó en paz, además le vino que ni pintado, tenía otros menesteres, como atender al hijo de Isabelita. Ele.

Entra Bea:

_Carlota, ha venido tu tío, pero no puede pasar. ¿Quieres que te incorporemos para que te vea por los cristales?

_Un momento_salté como un resorte. ¿¿¿¿¿¿Qué tío??????  Se erizaron todos mis pelos tanto de los brazos como de las piernas, no estaba depilada, para variar.

_Dice que se llama Emilio, y además le veo un poco triste, vamos que se está pegando una Pechá* de llorar que nos tiene a todos encogidos.

 

Emilio, maldita sea, no me había acordado. Es mi hermano. Quizás no está bien que yo lo diga, o…. ¡qué leches! Claro que está bien. Allá vamos.

Emilio es la persona más noble, buena y adorable sobre la faz de la tierra. No hay otro igual. Por mi hermano soy capaz de todo. Pocas personas tienen la virtud de hacernos sentir tan especiales. Es una suerte, nunca nunca nos va a fallar. Puede ser un desastre en cuanto al orden se refiere, calcetines escondidos, papeles acumulados, camas sin hacer…todo lo que queramos, pero se le perdona . Es alguien inigualable. Es mi hermano, me ha tocado , y como él, no existen dos.

Emilio es extremadamente sensible. Eso nos preocupaba, ya lo vamos manejando. Todas las cosas “no tan buenas” que puedan ocurrirnos han de prepararse antes de contárselas. Si normalmente dar malas noticias no es del agrado de nadie, dárselas a Emilio puede provocar insomnio o malestar estomacal antes de soltarlas. Y sin embargo, estaba allí. No me había preparado para recibir ninguna visita, muchísimo menos si la primera, era la de mi hermano.

_Bea, dile que ya salgo, dame un minuto.

Agarré la mano de Carlota y le dije que cuando Bea contara hasta tres subiera a la cama sin que le dieran muchos tirones los cablecitos y lanzará un millón de besos a su tío Emilio. Pero que antes tenía que salir yo para que estuviera preparado.

Inspiré, fuerte fuerte y salí de la UCI.

Mi hermano estaba sentado en una silla, con las manos sujetando la cabeza. Me acerqué a él y le abracé. Saqué la sonrisa más amplia que tenía y hablamos.

_Emilio, lo vamos a hacer muy bien. No sabes lo contenta que está Carlota. Lo mimada y consentida. Todos están locos con ella. Ni fiebre, ni dolores ni nada de nada. Estamos contentísimos. Llegamos a tiempo, y se puede vivir perfectamente con diabetes. Es una niña normal, sana y que necesita que le pongamos insulina. Nada más.

(¿yo he dicho eso?...¿véis? Emilio me da la fuerza que necesito)

_Quiero verla_¿puedo?

_¡Claro! Desde aquí.

Nos pusimos en la entrada de la Uci, asomé la cabecita y Bea me vió. Alzó a Carlota y estiró mucho mucho los brazos hasta que Emilio pudo verla. Lanzó todos los besos que pudo y se partió de la risa. Y de nuevo, la puerta se cerró.

Emilio y yo nos abrazamos, lloramos y nos consolamos.

_¿y la pegatina en la frente de Peppa Pig?

_Anda, bajemos a la cafetería y te cuento.
 



*Pechá: Más que una mijilla y menos que un pasote
 

miércoles, 13 de agosto de 2014

CAPÍTULO 15


CAPÍTULO 15

Una nueva dieta, para toda la vida.

 
Escuchemos la voz del Super Tacañón.

Manolo nos comentaba las idas y venidas de los Hidratos de Carbono. Un momento, qué desastre, ni se que alimentos llevan y cuales no, es más: ¿qué son?. Lo que me quedó claro es que tiene que Desayunar, Media Mañana, Comer, Merendar y Cenar, hidratos de carbono. Y lo va a dividir por raciones. ¿Eing?

Los que leéis cada capítulo recordando vuestros debuts, no os habréis detenido en el primer párrafo, pues os lo sabéis como anillo al dedo, como Alfredo y yo. Creo que seríamos capaces de montar una consulta de dietética y nutrición como el mismísimo Dukan, con el que sinceramente los diabéticos no se deben llevar muy bien, ya que para empezar, elimina todos los hidratos de Carbono. Adiós querido Doctor, con nosotros no ganas ;)

Manolo elaboraba con nosotros el menú de hospital de Carlota.

_¿No volveremos a ir al Macdonals?,_pregunté. Alfredo, lechuga*, no me mires así,  he pasado de amputarle la pierna a la pequeña, a prescindir de unos, muy dudosos ricos, nuggets de pollo. Vamos mejorando ¿no?

_Calla chiqs

_¿y el chocolate con churros de los Domingos? ¿los lacasitos del cine? ¿las palomitas? ¿qué le pongo en los zapatos de los reyes Magos?: ¿dos paquetes de arroz?

Me imaginé en ese momento a Tana, Celia, Carlota, Alfredo y yo  en las típicas fotografías esas que cuelgan de vez en cuando de familias de distintos países del mundo, donde casi siempre gana la americana (un saludo a Elliot de New York que lee nuestro blog) rodeada de hamburguesas, todo tipo de galletas, chocolates, ganchitos, cocacolas…. Y pensé que el doctorcito debía estar flipando con la vida que, concluía, debíamos llevar.

_Todo en su justa medida, los niños con diabetes no tienen restringido ningún alimento. Todo con moderación. Lo iréis aprendiendo día a día, y os haréis expertos en el manejo de alimentos y condiciones.

A mi esa frase me marcó. Me devolvió un poco la energía perdida, me envolvió en una rara sensación de alivio, en la que se caían ciertos mitos que había oído sobre la enfermedad dulce.

Raciones de Hidratos de Carbono, y puede, con moderación, comer de todo, como de hecho, deberíamos hacer cada uno de nosotros. Era suficiente por hoy, hagamos caso al Poco a Poco que nos había comentado hacía unas horas. Quería regresar junto a Carlota.

Caminé aceleradamente por el pasillo y no debí darme cuenta, lo averigüé cuando Bea me comentó lo que pasaba. Estaba lleno de enfermeras entre divertidas e intrigadas, correteando pallá pacá*, un guarda de seguridad que había subido acompañado de alguien con gafas de sol. Yo solo tenía a mi Carlota por objetivo, y llegué a él.

_Pero bueeeeenooo princesa, ¿qué tal vas?

_Aquí mamá, que mira todo lo que tengo de Peppa Pig.

En ese momento asomó con su bata blanca Bea, con sus piernas tan regordetas como la cara de Alfredo, y resopló.

_A ver, ¿no había más cromos del dichoso bichito? Es la segunda bolsa que saco de basura del recibidor. Con esto tenemos jamón hasta navidades. ¡Qué barbaridad!_ Mira que graciosa la enfermera, pensé, tiene arte y todo.

_Y encima va a nacer el hijo de la Chabelita,  ¡como está el pasillo!_ Ahhh, era por eso.
 
_¿Dónde se ha metido Manolo?_ Esa sí me la sabía.
 
_Hablando de raciones con el papá de la criatura_ Nuestra enfermera sonrió.

Bea es muy perita*. Pero ya pueda nacer el mismísimo futuro número uno del fútbol mundial, malagueño, que yo no me muevo de aquí. O bueno….ya me entendéis….. quizás….

¿Asomarme un pelín?
 


*Lechuga: Mostrarse alguien picado, enfadadillo...
*Pallá, pacá: Corriendo de un lado a otro.
*Perita: En Málaga es guay, buena gente.... To Perita: Muy guay.
 

 

 

martes, 5 de agosto de 2014

CAPÍTULO 14


CAPÍTULO 14

QUIERO MATAR A ALFREDO

 

 Manolo hablaba sobre la diabetes y los cambios en nuestra vida, juro que intenté poner los cinco sentidos en cada una de sus palabras, pero una vez más me despistaba con pensamientos que iban y venían sin motivo alguno, pensamientos e ideas que no podía apartar de mi mente.

_Creo que a las personas con diabetes acaban amputándole extremidades_ solté por esta boquita que seguro Dios se ha arrepentido alguna vez de haberme dado.

Alfredo torció la mandíbula y soltó un sonido gutural que no me gustó nada, creo que se estaba cansando. De mí.

_Estoy intentando ser comprensivo, pero nos están preparando para aprender sobre este mundo, nos dicen que hay solución para controlarlo, sí, evidentemente es una putada, una gran putada, pero deja de decir estupideces y atiende, ¿crees que yo no estoy nervioso? ¿crees que no me duele?.-

_Pues parece que no, estás ahí con la boca abierta, escuchando a Manolo y casi sonriendo, y no debes hacerlo, me pones atacada.-

_Mira gorda, (ahora le reventaba la cara) tienes los ojos como dos bolas de billar, la cara hinchada, y Carlota nos está avisando, tenemos que espabilar y atender bien, dejarnos de lamentaciones, y tirar para adelante. Si no quieres escuchar lárgate, ya vendrás cuando puedas.

_Imbécil

_Tremendista

_Insensible

Manolo nos interrumpió.

_A ver, es normal, todo esto es normal. Estáis nerviosos y tensos. Pero mujer, escucha a Alfredo, tiene razón. Debes tomártelo con más calma. No vamos a amputar nada a nadie. Todo se va a controlar. Lo váis a hacer genial.

Definitivamente, Manolo es gay. ¡Anda y que se vaya con Alfredo a aprender de nutrición a un Congreso de esos donde parece que uno va a ver que pesca más que a aprender! Seguro que se lo pasan teta….pero…

Hay que serenarse, esta pelea fue el principio de unas cuantas hasta que llegamos al estado actual donde nos encontramos, donde decidimos juntos los ajustes de insulina, donde racionamos la comida convenientemente, leemos todo lo que cae en nuestras manos, vemos videos informativos, pinchamos a Carlota confiando en que el otro lo va a hacer bien, y sobre todo NOS RESPETAMOS. Es incierto decir que no seguimos teniendo nuestros más y nuestros menos. Probablemente pensemos que nuestro Amor ya está fracturado, o dividido, es nuestra pequeña la que necesita de toda nuestra energía, pero no nos equivoquemos, ella necesita de los dos. Y por un tiempo pensé que conmigo bastaba. De hecho, hoy día, después de medio año de su debut, en ocasiones, lo sigo pensando, Madre no hay más que una, y a ti, te encontré en la calle.

_Te quiero Alfredo.  No hay nadie como tú. Volveré a ser la de antes, lo más rápido posible. Dame tiempo.

_Hasta la eternidad. Ahora, escuchemos al médico.
 
 

 

martes, 29 de julio de 2014

CAPÍTULO 13


CAPÍTULO 13

Lolo el Kiosquero

 

Aseada y limpita ojeé la casa, quería que estuviera todo en orden, pero me parecía que no lo estaba. El sofá que reinaba en el salón era horrible, lo cambiaría, las puertas lacadas en blanco son más modernas que estas marrones, el suelo del baño está para comer aparte. Los muebles de la cocina me parecen antiguos. STOP. Algo no va bien en mi mente. Paso, me voy de aquí, y me olvido de asomarme por los cuartos de las niñas. Soy capaz de mover camas, sillas, colgar cuadros….. no es plan ahora mismo.

De regreso al hospital compré cromos de Peppa Pig.

_Buenos días, ¿me da usted TODOS los cromos que tenga de Peppa Pig?

_Pero escucha que te diga*, acaba de llegar el repartidor, no he abierto ni la caja.

_No importa, todos_ Dije como si estuviera decidiendo leyes en el Congreso.

_ Niña, ¿EL albúm también?

_También. ¿cuánto es?

_Pues……. 50X1 + 12+  23…._ cuchicheaba

_102 Euros

_ ¿Esta Peppa Pig viste de Prada?

_Mira, escucha, no la vayamos a tener, has dicho todos los cromos, a mi me parece una burrada, más que ná porque te van a salir un puñao repetios, pero si quieres te los quito…

_Ni hablar_ cabezona y orgullosa como buena Leo, aunque me deje la paga.

Cuando me dispuse a sacar el dinero del monedero, evidentemente no tenía  suficiente en efectivo, y como tal imbécil pregunté si podía pagar con tarjeta, y empecé a llorar. Otra vez. Ojo, Carlota no estaba delante.

_¿qué pasa? Pero chiquilla, ¿vas a llorar por los cromos?

Verá, mi hija que está ingresada aquí al lado, quiere cromos de Peppa Pig y yo quería llevarle a la cerda si hacía falta en persona, pero no tengo ni dinero en el bolso, y bueno, creí que haría algo bien, y no me quiero poner a dieta aunque me multe el señor agente, y la insulina debe doler…y ….

_Vamos a ver, sube a la niña los puñeteros cromos, no se te ve mala gente. Luego me los pagas. Anda corre, que estará esperándolos.

Adoro al Kiosquero Lolo, no está tan pepino como el médico pero es más mono si cabe.

Subí como una bala, no se si yo llevaba a Peppa Pig o ella me llevaba a mí, pero llegué en 0,2 segundos.

Manolo, Alfredo y Carlota. Los tres de parloteo, ¿SIN MÍ?

Esta vez no quise interrumpir con mis hazañas porcinas y esperé en la puerta, veía por los cristales a la chiqui sweet pintando algo en unas hojas en blanco y salieron los dos hombres de mi vida. A ver, sin malentendidos, el hombre más maravilloso de la tierra es Mi Alfredo, y no lo cambio ni por 50 Manolos, pero ahora, los necesitaba a los dos.

_¿Podemos hablar?_ Dijo House.
_ofú. 

_Chiqs, es el momento_ Alfredo estaba radiante el tío.

_Venga, ¿con quién se queda Carlota?_ a ver si servía mi pregunta y nos quedábamos con ella.

Bea salió de la nada y se ofreció. Le sonreía a la peque como si se le fuera la vida en ello, y eso me calmó. Carlota levantó su cabecita preciosa y nos miró a través de los cristales. Tiró un beso al aire y nos despidió por un ratito.

_La diabetes es una enfermedad crónica muy fácil de diagnosticar, no tiene misterio, un niño que tiene más de 200 de azúcar en sangre es porque algo no va bien, en vuestro caso Carlota llegó con 640, demasiado sencillo. Diabetes tipo1. Y ahora toca el turno de aprender. En este hospital os daremos las pautas para que acudáis al Materno con una base que os permita entender mejor todo el periplo al que os vais a enfrentar, y así os podáis ir a casa hechos unos expertos. Carlota necesita insulina para vivir, y su páncreas no se la da, luego os explicaré como las células Beta (cabronas) destruyen esa insulina. Nosotros, se la vamos a poner, ahora, sois los dos el páncreas de Carlota.

Alfredo y yo nos miramos, le quise más que nunca, juntos podremos. Tengo mucha suerte, no puedo quejarme, cuantas madres o padres, tíos, abuelos… tendrán que llevar el peso de la diabetes solos, desde aquí, este capítulo, por ellos.

 




*pero escucha que te diga: Oye bien, que pareces tonta. (También depende del tono en el que se escuche)
 

 

 

 

jueves, 17 de julio de 2014

CAPÍTULO 12


CAPÍTULO 12

LE VOY A MULTAR


La mañana transcurría con el ir y venir de médicos y enfermeras, y Carlota y yo la mar de entretenidas. Esta distracción se acabó cuando la niña, (muy graciosa ella) me dice:

_Mamá, hueles fatal.

_¿qué?

_Sí, aquí huele mal_ (señala debajo del brazo)

O sea, me huelen las axilas, está claro. Necesito una ducha, pero en la UCI no creo que haya, y claro, no la dejo sola. ¿Dónde se ha metido Alfredo? Este hombre…. Conociéndole seguro que se ha ido a trabajar, y yo lo mato, directamente.

Se debió ver con la soga al cuello, pues Alfredo apareció en el mismo instante en que ya iba derechita al Ocaso*.

_Cariño, todo bien, que te cuente Carlota. Necesito una ducha.

_Si chiqs, la necesitas.

Dios, que vergüenza, ¿es que me ha olido todo el mundo? Pues yo no huelo a nada, ni bien ni mal. Pero me voy a casa, a la bañera del tirón.

Le di un beso en la frente a una Carlota emocionada con su padre contándole nuestra aventura con las flores que dibujé y luego sabiamente rectificó Noelia, con su leche sola, con su “nuevo equipo de fútbol”…. La vi feliz, y eso me hizo sonreír un poco..

Llegué a casa con las gafas empañadas, ya sabéis de que, y me metí en la cocina. De repente me olvidé del olor a pocilga que desprendía y una extraña fuerza se apoderó de mí. Abrí cajones, despensas, armarios y comencé como una loca a tirar todo producto dulce que se cruzara por mis ojos. Pido disculpas a la cantidad de personas que hubieran desayunado ese día, pero reventé galletas, botes de nocilla, batidos, Nesquick, gusanitos, tabletas de chocolate, magdalenas, sobaos, cereales azucarados…. No quería verlos jamás. Llené dos bolsas de basura y salí a la calle. ¿Dónde leches se tira la basura en este barrio? Caminé un rato que se hizo interminable y cuando lo conseguí dejar en el cubo apareció la policía.

_Señorita disculpe_ Señorita, empezamos bien, pensé.

_Está prohibido tirar basura en este horario, ¿no lo ha leído usted?

_¿¿¿¿Qué????

_Voy a tener que multarla, el horario de recogida de basuras ya ha pasado.

No debí tener buen aspecto, pelos de loca, zapatillas de correr, camiseta de hace un día, y un llanto desgarrador que sorprendió al agente como si hubiera encontrado al mismísimo diablo.

_¿Qué lleva ahí?

_BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

_A ver….

_Señora…(¿no era señorita hace un momento?) usted no está mal del todo, no es necesario que se frustre por tener que desprenderse de lo dulce, el chocolate no es sano, pero tampoco hay que exagerar, seguro que en un rato se le ha pasado. Quédese con algo.

_Mire usted, mi hija está en el hospital con una diabetes recién diagnosticada, no se cuando volverá a casa, y no quiero que encuentre nada dulce en ella.

Le dí pena, estoy convencida, y no me gustó. Ni un pelo. No quiero dar pena. Quiero que Carlota no pase por esto, es imposible, lo sé. Pero pena no quiero dar. Me giré muy digna. Y cuando llegué a casa me di cuenta de que no llevaba la bolsa con el azúcar maldito.

A la ducha, ahora sí.


*Ocaso: En Málaga, cuando hablamos del seguro de los muertos.

lunes, 14 de julio de 2014

CAPÍTULO 11


CAPÍTULO 11

Leche sola

Mi gorda y yo lo estábamos pasando en grande, éramos las mimadas de la UCI, quizás porque ¡somos las únicas!

Noe trajo a Carlota el desayuno una vez que estaba con su insulina puesta y se disponía a explicarle el porqué tenía que comérselo todo, pero Carlota ya estaba devorando. Tenía hambre

_Reina, aquí tienes tu leche y la tostada, vengo en un ratín, te lo he traído yo porque estaba deseando ver tu carita de nuevo_ Noe se fue dándonos la espalda, y la verdad sea dicha, era tan agradable que eso Kilos de más que le sobraban la hacían entrañable. Estoy convencida de que Susanita (de la farmacia) no tenía ni una pizca de simpatía, al menos esa era mi esperanza, bombonazo y agradable, no cuadraba ¿no? Que envidia más mala…

Los pensamientos malos y buenos se entrecruzaban. Sentía algo extraño, abrazar, matar, abrazar, matar, abrazar….adelgazar, comer, matar…en fin… loca perdida.

Por cierto, ¿desde cuándo no pego bocado? Ups, ni me acuerdo. Comí algo rápido ayer antes de recoger a Tana, Celia y Carlota del cole. ¿colegio? Ays, ¡ya habrán llegado las hermanas al colegio! ¿habrán ido? Ays, qué mala madre! No me he acordado de ellas….

De repente empecé a asfixiarme, necesitaba gritar fuerte, desahogarme un poco, vomitar, muchas ganas de vomitar, y llorar de nuevo, pero eso jamás delante de Carlota. Me hundía de un momento a otro, despiértenme….y otra vez de nuevo, rescatada por mi chiqui sweet.

_Mamá, no me han puesto Nesquick, es leche sola_ Glub.

_Noe me ha dicho que me lo tome, así que me lo tomo, mira mamá, y sin pajita*_Glub, glub.

¿quién tuvo la genial idea de descubrir América y traer el cacao? Isabel la católica se debió quedar agustito cuando Colón la ahogó a tostadas de chocolate recién bajadas del barco… me da igual que no fuera hasta el Siglo XVII cuando se introdujo en España, seguro que el que puso el huevo de pie trajo unas cuantas oncitas que se podría haber metido por….

Ays, se me iba la pinza…yo era antes de ayer ¿así?

_Carlota cariño, como te dije, eres tan tan dulce que a partir de ahora no podrás comer nada que tenga mucha azúcar, si no, todas las hormiguitas del mundo te van a querer chupar por todo el cuerpo _ Jajajaj, la abracé abracé abracé…. Así así te chuparan…. Jajajaj… nos reímos un buen rato.

_Mamá, pues a partir de ahora me tomo la leche sola, no pasa nada_ podrías protestar ¿no Carlota?... me hacía nudos en la garganta con cada comentario.

_¿y no puedo comer chuches?

_NO (con el tiempo averigüé que si pueden, pero en su justa medida)

_¿mis batidos de chocolate?

_NO

_¿helados?

_NO

_¿gusanitos?

_NO

_¿lentejitas?*

_NO

_Carlota, mi vida, eres DiaBÉTICA. Y no puedes comer dulces, ni nada que contenga azúcar-

_¿y tengo que ser del BETIS?

_¿Cómo?

_DI-A-BÉTICA

_¿A que te castigo?*
 


*pajita: tubito de plástico para sorber la leche. En Madrid, por ejemplo, el sinónimo es cañita.

*lentejitas: Lo que nosotros en España conocemos como lacasitos. Carlota es peruana, y su chuche favorita son las lentejitas. Saludos a Lima ;)

*Bética: no pasa nada, adoro a mis amigos béticos, pero la niña es del Málaga CF, sólo..... ¿o no?